Si no se controlan, los problemas de salud mental pueden dificultar la vida cotidiana, el trabajo y los vínculos sociales. Especialistas recomiendan poner atención a los estados de ánimo y buscar ayuda ante el primer síntoma de alerta.
Nadie es inmune a la tristeza ocasional y a experimentar problemas de salud mental, pero los cambios de humor a largo plazo pueden indicar algo más serio, por lo que es importante ser consciente de cómo nos sentimos. De hecho, una de cada ocho personas se ve afectada en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud, [1] es decir, casi mil millones de personas. Así que, si eres uno de ellos, no estás solo.
La ansiedad y la depresión son las enfermedades mentales más comunes y parecen ir en aumento. En efecto, Colombia ha enfrentado una creciente prevalencia de depresión con aproximadamente 5 % de incidencia en la población adulta. Así, esta condición es la segunda causa de carga de enfermedad en el país de acuerdo con Ministerio de Salud y Protección Social*.
Al igual que cualquier órgano, el cerebro puede mostrar signos de enfermedad en cualquier etapa de la vida y múltiples factores, como los biológicos, los genes y la química cerebral pueden desempeñar un papel en ello.
Una persona con antecedentes familiares de salud mental, por ejemplo, tiene mayor riesgo de desarrollar un problema asociado.[3] Los factores externos también entran en juego: el estrés a largo plazo puede erosionar la salud mental, mientras que las experiencias traumáticas pueden afectar significativamente la química cerebral.[4]
A menudo, los cambios son tan graduales que no siempre diferenciamos los síntomas. O bien, los ignoramos y esperamos que pasen. Al respecto, el Dr. Rodolfo Philippi, psiquiatra miembro del Instituto de Psicofarmacología Aplicada explica que uno de los problemas de salud mental más frecuente son los trastornos del ánimo.
"Los síntomas a los que hay que prestar atención incluyen cambios de humor, dificultades para gozar y disfrutar lo cotidiano o sentimientos de tristeza o vacío. Estos síntomas pueden acompañarse con cambios en el apetito, alteraciones en el sueño, como dormir más de lo habitual o mucho menos, falta de energía, dificultades de memoria, concentración o sensación de no poder desconectar. A su vez, todos estos síntomas impiden realizar tareas cotidianas como ir al trabajo o al colegio, lo que genera agobio o bien un esfuerzo superior al previo para poder lograrlo", afirmó el experto.
Asimismo, puede haber síntomas físicos. Los problemas de salud mental también pueden provocar palpitaciones, opresión en el pecho, dolores inexplicables y aumento o pérdida de peso, añade el Dr. Philippi.
Si no se controlan, los problemas de salud mental pueden dificultar la vida cotidiana, el trabajo y las relaciones sociales. El efecto dominó en la salud física expone a las personas con problemas de salud mental a un mayor riesgo de desarrollar otras enfermedades crónicas, como afecciones cardiovasculares y metabólicas. Por eso, es esencial estar atento a sus sentimientos y buscar ayuda ante la primera señal de preocupación.
Cambios sencillos en el estilo de vida pueden ayudar a mejorar la salud mental. "Una dieta nutritiva favorece una química cerebral sana, mientras que los alimentos azucarados y el alcohol pueden empeorar los cambios de humor, por lo que es mejor evitarlos. Es importante tener un sueño nocturno reparador en un horario adecuado” dice el Dr. Rodolfo Philippi.
El ejercicio también es una buena idea. La investigación muestra que los ejercicios regulares pueden ser beneficiosos para las personas con depresión.
Cuidar tu salud mental es importante. Así que sé paciente, sé amable contigo mismo y no tengas miedo de buscar ayuda si la necesitas, es el mensaje de los miembros de la Ruta de Salud Mental de Cafam, quienes también recomiendan:
Establecer metas y prioridades: decidir lo que debe hacerse en el momento y lo que puede esperar.
Aprender a decir “no” a nuevas tareas si empieza a sentir que está asumiendo demasiadas cosas. Intente tener presente lo que ha logrado al final del día, en lugar de lo que no ha podido hacer.
Practicar la gratitud: recuerda diariamente cosas por las que está agradecido. Se específico. Escríbelas durante la noche o repítelas mentalmente.
Centrar la atención en las cosas positivas: identifica y cuestiona tus pensamientos negativos y poco útiles.
Mantener contacto: comunícate con amigos o familiares que puedan ofrecerte apoyo emocional y ayuda práctica.
El Ministerio de Salud y Protección Social tiene a disposición de todas las personas La Línea Nacional 192 opción 4 para brindar tele orientación en salud mental.