Cafam se une a esta conmemoración a través de una conversación con la doctora Mónica Jaramillo Sánchez, medico familiar en la IPS Cafam, quien nos comparte la siguiente información:
El cáncer es una enfermedad que puede afectar a cualquier ser humano. Todos estamos compuestos de billones de células que a través de nuestras vidas crecen y se reproducen. Cuando una célula presenta alguna anomalía o ha envejecido, por lo general la célula muere. El cáncer surge cuando algo sale mal en este proceso, ocasionando que las células anormales y viejas se puedan reproducir. A medida que pasa el tiempo esas células cancerosas se reproducen de forma descontrolada, lo que hace que haya un mal funcionamiento del órgano afectado.
Existen muchos tipos de cáncer. El cáncer se puede desarrollar en cualquier parte del cuerpo y se denomina según la parte del cuerpo en la que se origina.
El cáncer de colon y recto es el que se origina en el colon o en el recto. A estos cánceres también se les puede llamar cáncer colorrectal.
El cáncer de colon en muchas oportunidades empieza con la aparición de pólipos en el colon, sin embargo, no todos los pólipos se convierten en cáncer, la probabilidad de transformación depende del tipo de pólipo que solo puede ser determinado por el especialista.
Cuando se hace un diagnóstico temprano se pueden hacer tratamientos que llevan a la curación.
Según la Cuenta de Alto Costo en Colombia, el cáncer de colon y recto se encuentra entre los 11 tipos de neoplasias priorizadas, siendo éste el tercer tipo de cáncer con mayor cantidad de casos nuevos entre ambos sexos.
En todos los tipos de cáncer hay factores de riesgo. Eso quiere decir que existen condiciones que al estar presentes pueden llegar a favorecer la aparición del cáncer. En el caso del cáncer de colon y recto los factores de riesgo identificados son:
Tener antecedente en un familiar de primer grado (padre, hermano, hijo) de cáncer de colon y recto.
Tener dieta con alto consumo de carnes rojas o procesadas, alto consumo de grasa y bajo consumo de fibra.
Consumir cigarrillo y/o alcohol.
Tener diagnóstico de pólipos en colon o enfermedad de Crohn o colitis ulcerativa, diagnosticados por el especialista.
Tener más de 45 años.
Los síntomas del cáncer de colon y recto van a variar de acuerdo con cada paciente porque dependen de la ubicación y al tamaño de la lesión. Es muy importante estar atento a lo siguiente:
Pérdida injustificada de peso (sin estar haciendo algún régimen para bajar de peso)
Sangre visible en las heces
Heces adelgazadas (en forma de cinta)
Cambios drásticos en el hábito intestinal, sin cambio en la alimentación (estreñimiento/diarrea)
Dolor abdominal crónico.
Debe asistir al médico a los controles programados. El médico va a realizar una historia clínica buscando sus factores de riesgo y los síntomas, también va a hacer un examen físico completo en busca de alteraciones, como masas, dolor localizado o cambios específicos.
De acuerdo con su edad, el médico va a solicitar un examen de sangre oculta en materia fecal. Para este examen debe evitar el consumo de carnes y alimentos rojos desde tres días antes de iniciar la prueba, debe recoger muestra de materia fecal de tres días diferentes y llevarlas al laboratorio para su procesamiento. Este examen permite detectar pequeñas cantidades de sangre en las heces que no son visibles de otro modo.
Cuando el examen de sangre oculta en materia fecal sale alterado, el médico va a ordenar otras pruebas para descartar cualquier tipo de lesión, como por ejemplo una colonoscopia. Si el especialista encuentra alguna lesión sospechosa en la colonoscopia, se tomará una biopsia.
Como en todos los tipos de cáncer, este diagnóstico solo lo puede realizar un médico cuando ya cuenta con todos los exámenes completos, no se puede dejar en manos de una persona que no sea experta en la materia.
Una vez el médico cuenta con: la historia clínica completa, el examen físico, la sangre oculta en materia fecal, la colonoscopia y la biopsia, allí puede tener un diagnóstico claro.
Existen varias alternativas de tratamiento, pero solo pueden ser indicadas por el especialista. El tipo de tratamiento depende de la ubicación de la lesión, lo avanzado del proceso y el tipo de células que se encuentren.
Lo importante es que entre más temprano se detecte, el tratamiento va a ser más efectivo.
La prevención es la clave en todos los tipos de cáncer:
Asista a controles regularmente, comuníquele a su médico si tiene algún antecedente de cáncer en su familia, informe cualquier síntoma sospechoso.
Realice oportunamente los exámenes que le indique su médico.
Suspenda el cigarrillo y el alcohol
Haga ejercicio regularmente
Incluya en su dieta alimentos ricos en fibra (vegetales, frutas, entre otros), incremente el consumo de agua disminuya el consumo de carnes rojas, disminuya las grasas.
Evite el estreñimiento.
En la prevención está la clave, asistir regularmente al médico y realizarse oportunamente los exámenes indicados es fundamental para un diagnóstico oportuno.