Sabías que el uso adecuado de los antibióticos no solo contribuye al cuidado de la salud humana sino también a la preservación del medio ambiente, quieres saber ¿cómo y por qué?, te invitamos a leer este especial en el marco de la Semana mundial de concientización sobre el uso de los antibióticos, el cual se conmemora del 18 al 24 de noviembre.
Hablar sobre uso apropiado de antibióticos es hablar sobre un tema que afecta no solamente a la persona en particular que los usa de forma indiscriminada, sino también a la afectación que genera en el sistema de salud, la resistencia bacteriana a los antibióticos, el daño eco ambiental, la contaminación, la huella de carbono y muchos otros datos que surgen a partir de allí, incluido el gasto innecesario anual en la compra de antibióticos por una familia.
Para comprender mejor los procesos infecciosos tenemos que entender que en nuestro medio ambiente las bacterias habitan mucho tiempo antes que habitaran los seres humanos, por ende, las bacterias, parásitos, virus y hongos son más antiguos que nosotros si comparamos el tiempo que llevamos sobre la tierra. Para hacer menos drástica y terrorífica nuestra relación con dichos microorganismos se creó evolutivamente una simbiosis entre los humanos y dichos microbios, llegando a en este momento tener en nuestro cuerpo incluso más microbios que los que podemos encontrar en una cucharadita de tierra que recogemos del suelo.
En nuestro interior, especialmente en los intestinos se encuentra prácticamente otro ser vivo, que, si no estuviera dentro de nosotros, no podríamos alimentarnos satisfactoriamente o viviríamos enfermos porque dentro de sus funciones está la de la protección y mantenernos saludables.
Si comprendemos estos conceptos básicos sabríamos que a pesar que muchas veces nos enfermamos, la gran mayoría de estas ocasiones son enfermedades leves, como gripa, amigdalitis, diarrea leve, e incluso algunas otras infecciones respiratorias que normalmente no nos obligan a asistir a los hospitales, gran parte de esta buena respuesta de nuestro sistema inmunológico deriva de la protección que nuestros microbios nos ofrecen al estar saludables dentro de nuestro cuerpo.
Por lo anterior si consumimos de forma indiscriminada antibióticos, antiparasitarios, antivirales o antifúngicos, modificamos drásticamente la flora existente y generamos que gradualmente se genere resistencia al mismo medicamento. No se trata de No consumir antibióticos, sino evitar muchas veces que se usen debido a que solo son necesarios cuando mediante un interrogatorio medico dirigido, e incluso unos exámenes médicos muy puntuales generen la necesidad y poner sobre la balanza el riesgo versus el beneficio de consumirlos.
En épocas muy antiguas cuando no existían antibióticos los seres humanos a causa de muchas enfermedades fallecían en etapas muy tempranas de su vida, llegando a tener 30 o incluso 40 años de esperanza de vida, considerándose que llegar quizás a 50 años ya se era viejo. Sin embargo, con la aparición de la potabilización del agua, el uso de antibióticos, las vacunas, la lactancia materna, entre otras, la esperanza de vida puede hoy encontrarse en hasta 70, 80 años o más según las distintas zonas geográficas donde el ser humano habite. No ha sido un camino fácil de recorrer el llegar a tener antibióticos para curar muchas enfermedades, pero ya que se genera un fuerte miedo en las personas al encontrarse enfermas, muchas veces se recurre al inicio de antibióticos pensando que es la cura definitiva de los problemas cuando las enfermedades en su curso natural tienen más tendencia a la mejoría que al empeoramiento.
La afectación y contaminación que puede generar el uso de antibióticos más allá del cambio en nuestra flora bacteriana, se refiere al uso de plástico para sus envolturas o frascos, el acumulo de residuos de estos, la huella de carbono que generan, la eliminación de residuos tóxicos en las plantas donde los fabrican, la afectación del medio ambiente por supuesto y el gasto que puede hacerse por familia anualmente comprando medicamentos, dentro de los cuales los antibióticos son en algunos casos parte de la canasta familiar.
La afectación no solo en el ámbito humano es importante, sino también el uso de estos medicamentos en el ámbito animal, pues son comúnmente usados para el mejoramiento del ganado vacuno sin tenerse muchas veces en cuenta la toxicidad que puede generarse en el alimento que estos proveen; leche de vaca, carne vacuna, aguas, etc.
Sin embargo a pesar que causan muchos problemas, si los antibióticos fueran usados de forma correcta se podrían salvar muchas vidas como hasta ahora se hace y se podría ganar la lucha contra las bacterias multirresistentes el cual es un problema de salud pública silente pero de proporciones inmensas, que aunque nos parezca muy lejano, realmente estamos expuestos en cualquier momento y lugar ya que muchas de estas bacterias pueden pasarse de un contacto a otro si no se tienen las medidas de limpieza como actualmente estamos aprendiendo con el COVID-19, para el caso específico de antibióticos sería el adecuado lavado de manos y generar en cada uno de nosotros una cultura de uso apropiado de antibióticos.
Finalmente, el mensaje va dirigido a que no tengamos miedo al uso de antibióticos, pero si miremos con respeto su uso, dado que en Colombia no existe por ahora ninguna ley que prohíba la venta indiscriminada de los mismos por lo que el uso responsable de ellos no solo es de los entes de salud sino también de la educación y responsabilidad de cada uno de nosotros.
Escrito por el Doctor Diego Mauricio Galvis Trujillo. Infectólogo Pediatra. Clínica Cafam