Cafam refuerza prevención de fiebre amarilla

En las últimas semanas el Ministerio de Salud emitió una alerta por el incremento en los casos de fiebre amarilla en varias regiones de Colombia. Ante esta situación, las autoridades y entidades sanitarias hacen un llamado urgente a la población para que adopte medidas de autocuidado y prevención que contribuyan a evitar la propagación de esta enfermedad viral.

La fiebre amarilla es una enfermedad transmitida por la picadura de mosquitos infectados, si bien puede causar complicaciones severas, la vacunación y el autocuidado son esenciales para prevenirla.

En Cafam, a través del servicio de Cafam Salud, hemos intensificado los esfuerzos en la lucha contra la fiebre amarilla, llevando a cabo campañas de sensibilización y vacunación para informar a la población sobre la importancia del autocuidado como uno de los pilares de nuestro compromiso con el bienestar de los colombianos.

Medidas de prevención recomendadas:

1. Vacunación: la vacuna contra la fiebre amarilla es la principal herramienta de prevención. Es crucial que las personas que habitan en áreas de riesgo y los viajeros que se desplacen a dichas regiones se vacunen al menos 10 días antes de su viaje. Recuerda que esta vacuna es gratuita.

2. Uso de repelente: se recomienda el uso de repelentes de insectos, especialmente aquellos que contienen DEET o picaridina, aplicados en la piel y la ropa para evitar las picaduras de mosquitos. Además, recuerda eliminar criaderos de aguas estancadas.

3. Ropa protectora: para reducir el riesgo de picaduras, es aconsejable usar ropa de manga larga, pantalones largos y colores claros, que también pueden hacer más visible la presencia de mosquitos.

4. Atención médica inmediata: en caso de presentar síntomas como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y abdominales, escalofríos, náuseas, vómito, ictericia (coloración amarilla en la piel y ojos) y/o sangrado nasal, es fundamental acudir de inmediato a un centro de salud para recibir atención médica adecuada.

La prevención de la fiebre amarilla es responsabilidad de todos. A través de la vacunación y el uso de repelentes, podemos evitar la propagación de la enfermedad y protegernos.